Llegue al departamento esperando descansar después de ocho horas de estar trabajando. Y cual va siendo mi sorpresa al abrir la puerta, que todos mis roomates, sentados en circulo, estaban en una ceremonia de iniciación precedida por mi vecino, el “Krusty”. Lo observe a la distancia, con sus pelos en punta teñidos de azul y sus inseparables lentes. Preparaba en un gong (hecha con una botella de agua) una dosis de “mora azul”, que según relataba: “Te erizaba los pelos y el suelo se caía”. Como un shaman indígena, encendió el habitáculo y paso el gong a cada uno de los presentes. “Les voy a poner este discazo maestrooos .... es un compilado que se llama Ultra Lounge ..... Utsss, ¡para volar compañeeeros!”. Después de dos horas, un susto, observar un grupo de cinco con ataque de risa, uno mas con mal viaje y yo con una caja de cereal matando el monchis, solo afirmaba en mi interior: “¡Utsss, neta .... que buen disco!”.
jueves, 30 de abril de 2009
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2 comentarios:
ha!... Realmente estuvo severo el viaje. jajaj.. siempre hay algo nuevo que aprender de los viejos amigos.
Ja. Toda una experiencia! P.D. Si quieres conocer a "Krusty", dale click a la portada del disco.
Saludos Mister!
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